VAL DEL OMAR

La grabación de Omega supuso un auténtico tour de force para la banda. Sufre transformaciones en su composición inicial. Surgen dudas dentro sobre que camino había que seguir, se ponen de manifiesto las distintas inquietudes de sus miembros.

Pero no desisten en seguir explorando aquellos senderos por los que creen que deben transitar en una continua búsqueda de su destino. Conformarse con lo hecho y asentarse en su idea inicial, con la que habían tenido cierto éxito y beneplácito (sobre todo con la grabación de Omega, aunque fuese un reconocimiento de cara a la galería por parte de muchos), no fue una opción.

Si Lorca y Cohen fueron el hilo conductor de Omega, en su siguiente obra, el personaje elegido para llevarlo a la música fue Val del Omar. Y así titulan un disco cuyas canciones son extractos de poemas o ensayos de este peculiar alquimista visionario de la vanguardia audiovisual.

Otra obra conceptual. Esta vez sin el gancho o la curiosidad que podía despertar el elemento flamenco. Ahora el protagonista es un inventor a medio camino entre lo genial y lo excéntrico, con mínima repercusión, reconocida al menos.

No solo es un homenaje a otro granadino a reivindicar, con tintes nostálgicos, es una decidida puesta en valor de su obra, una vía para que salga a flote. Sin ningún mensaje en sus letras que aboguen por el reconocimiento, simplemente las propias palabras de Val del Omar. La ciencia aplicada al arte. No tanto las nuevas tecnologías como las múltiples oportunidades que da la ciencia para experimentar en terrenos quizá al margen del progreso, bajo una concepción filosófica.

Para adaptarlo al lenguaje musical se sirven además de sintetizadores, bases programadas, samplers… Decididamente el cambio que vaticinaban en SU, no se refería a la inmersión en Omega, iba más allá.

Sigue estando presente la firma de Lagartija, pero definitivamente han saltado al espacio. Los temas se suceden sin descanso, no dan tregua. De hecho, los cortes entre cada tema frenan esa sensación, que bien podían aparecer superpuestos unos a otros. Un ciberpunk delirante, pero no apocalíptico o destructor. Mas bien revelador. Hay quien me ha confesado que es incapaz de oir el disco entero de una sentada. Por mi parte si que pasé alguna tarde frente al pc (probablemente matando zombies con el Doom, que no debe ser el mejor de los escenarios) y este disco en bucle. Colándose en mi mente terminología incomprensible para mi, y un hoy en día soy incapaz de dar sentido a todo, aunque tampoco creo que sea la finalidad del disco. Para mi, es usar las palabras de Val del Omar como figuras literarias. No lo concibo como un ejercicio de erudición, para asombrar al resto de la escena musical que tuviera el suficiente interés en acercarse a la nueva obra de Lagartija, es una presentación de unos nuevos Lagartija. El diseño del libreto nos presenta a los componentes de la banda casi como hologramas proyectados sobre distintos espacios de la Alhambra. La vinculación de la banda con su tierra natal es patente en toda su discografía, hacer patria siempre es un sentimiento que yace en el corazón de la mayoría de los artistas, y que tiene que derramarse de algún modo, aun de manera no consciente. La manera tan explícita que tiene Lagartija de transmitir su interés por algunos lugares concretos (Alhambra, Albaicín, Sacromonte) es por su seguridad en que estos lugares como otros tantos, tienen unas propiedades que los hacen especiales. A mitad de camino entre las propiedades de vórtices energéticos terrestres y la actividad humana que allí se ha llevado a cabo durante siglos Tiene también elementos del Trash Metal, con el casi total desconocimiento que tengo de ese estilo.

El primer corte del disco ya hace que nos asalte la curiosidad: Noosfera-Síntesis. Un concepto el de noosfera que imbrica las ciencias de la naturaleza, con las ciencias sociales. Teoría original del científico ruso Verdnasky, ampliada y extendida por el teólogo Theilhard de Chardin, la explican como una tercera fase en la evolución de la Tierra, tras la geosfera y la biosfera, la Noosfera es la fase donde aparecen los fenómenos del pensamiento y la inteligencia y el poder del hombre para crear recursos mediante la transmutación de los elementos, al dominar el poder de la energía nuclear.

El hombre como centro del Universo: YO

Sin Fin, como ocurre en casi todo el disco, es una nueva adaptación de textos de Val del Omar. En este caso es una forma de llevar el concepto de loop que recoge el texto original desde la óptica al sonido, por parte de Lagartija Nick

Meca-Mística es otro concepto que introduce Val del Omar. Un intento de establecer de manera consensuada una ética audio-visual, en el cine. Dejo un extracto de esa formulación, que creo bastante interesante:

Mirando hacia el próximo futuro de catorce horas diarias de linterna electrónica en la casa, me atrevo a pedir un código técnico (cristalizado desde todos los puntos de vista de los rincones del planeta) de respeto al espectador. Un código que detenga, aunque se presente asistida de los máximos recursos enfáticos, aquella mercancía que viene a ensuciar la sensibilidad, tantas y tan renovadas veces, virginal de las criaturas.

Las nuevas técnicas psíquicas, en las que están entrando hoy el cine espectáculo, exigen una contra-comedia, un control de la mercancía, una condensación colectiva del crimen, una distinción entre espectáculo y escándalo. El escándalo es el pecado moral hacia el que estamos más predispuestos a caer los que andamos soñando espectáculos. Por último, no se nos diga que la sociedad se autodefiende con insensibilidad ante tanto reclamo alucinante, cuando precisamente lo que el hombre necesita hoy es apercibirse de que quedó sin carcasa, ni coraza, ni castillo, sin tiempo y sin distancias, en carne vivo y muy próximo, casi incorporado, a un solo latido social. Esta técnica imprescindible, fundamental, esencial para el cinema, vamos a llamarla, por lo que tiene de mecánica y de invisible, meca-mística. La pura meca-mística es el arma y la fórmula capaz de combatir a los pequeños resortes al servicio de los intereses de bolsillo.

Estad seguros de que todo el mundo desea un buen alimento, un cotidiano pan emotivo que le aproveche levantándole. ¿Os apercibís de que nos ha tocado, en la historia de la Humanidad, vivir la hora de la aceleración fantástica, de la automación electrónica, de la explosión de las comunicaciones humanas, la tremenda y vertiginosa idea de la unidad?

Esto lo escribió en 1961. No hay más que decir.

Una de las pocas excepciones en este compendio de las ideas del artista-científico-inventor granadino, es la presencia de Enrique Morente en Celeste, donde además de los textos de Val del Omar, incluye unas estrofas del folclore flamenco granaino y que recientemente retomaron Los Planetas en “Gitana” con grandes punzadas a lo que en un tiempo fue mi corazón Es un punto donde el disco rebaja, casi e su frenesí, ya que a continuación aparece la única canción con letra original de la banda: Énfasis. Una concesión para la introspección y expresar íntimos anhelos, con desesperanza, pero sin una fuerza arrebatadora, más bien desde la claudicación.

Una nueva referencia a Manhattan en este caso de la mano de un poema de Val del Omar, en Respiro en Nueva York. Las continuas referencias de Lagartija a Nueva York y sus barrios (Manhatan, Bronx, Harlem) no pueden ser una coincidencia. Yo creo que son usados como referentes a nivel mundial. Lugares emblemáticos y conocidos por todos (de manera indirecta al menos) y que sintetizan el pulso de la civilización occidental.

Como vemos son conceptos al azar los que se vierten en las letras, es un recorrido por algunas de las inquietudes de Val del Omar, que probablemente nunca hubiera imaginado que se expresaría con este lenguaje, pero cuya familia no solo aprobó sino que incluso apoyó, ofreciendo parte del material original. Aquel material que el propio autor no destruyó, como cuando quemó sus primeras obras cinematográficas al comprobar que el resultado final no era lo que buscaba.

El disco se cierra con tres temas (Val del Omar: aceleración; Val del Omar: trance; Val del Omar: expansión) casi instrumentales que podían usarse como momento de experimentación, de intentar poner en pie lo que se ha escuchado. No es música de fondo para unos títulos de crédito, es más bien hacer la obra inacabada. Es esta coda final un ejercicio de música electrónica, con samplers de la voz del mismo José Val del Omar

Esta referencia al disco la he escrito mientras lo oía, sin pararme en nada concreto, solo lo que me venía a la mente, tras una primera puesta en situación sobre la temática del álbum. Una mínima guía para introducirse en él. Aunque realmente no creo que haga falta, se puede disfrutar o rechazar en cualquier caso.

Ojala te ayude a respirar y arder

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