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Siguiendo su trayectoria musical de sus álbums de manera cronológica, y volviendo a dar mi visión de lo que me fue revelado en su día, llegamos a 1995 con un disco que por su cercanía con el siguiente ha estado a mi parecer un poco a la sombra

SU

En mi cabeza este disco desprende una sensación de huida, más incluso que movimiento o desplazamiento en sí. Una huida en múltiples formas, que a veces puede ser en una dirección cualquiera, y en otras ocasiones es el mundo quien escapa de uno. Un momento para la ruptura. Si en sus obras anteriores hacían un recorrido de lo que perciben a su alrededor y dan pistas de donde se puede dirigir todo, aquí es una actitud más personal. Pueden describir lo que sienten con mas libertad, ya no necesitan de símbolos reconocibles por todos, ni utilizar personajes reales o instituciones. Es un recorrido personal y por tanto mas intimo y subjetivo. Donde abunda la primera persona. Y además mas críptico en el lenguaje. Las imágenes y figuras son difíciles de interpretar, mas rebuscadas lo cual no es óbice para que siga intentando descifrarlas

Está claro que algo está cambiando en la banda. Está claro ahora, en aquel entonces uno esperaba un Inercia II, por lo que el resumen del disco solía resumirse en un “me ha gustado menos que los otros”. En mi acaso además esa falta de símbolos reconocibles (o no tan reconocibles y esos eran los mejores, porque te hacían plantearte el querer saber de ellos) era un handicap: Tengo predilección por esas referencias, igual por sentirte mas conectado a las letras, pero también frustraba cuando no alcanzabas a vislumbrar el significado de esos símbolos.

Muchas de las referencias de las letras de SU se conectan con cuerpos celestes, con el cosmos. Ya habían dado algunas pistas anteriormente de su gusto por el espacio, pero es aquí donde abordan ese “universo” que seguirá estando presente a lo largo de su obra

La palpable unidad en el sonido que se percibe en sus dos discos anteriores, aquí se ramifica. Hay acercamientos a un sonido rock más clásico, hay incursiones en el Metal, incluso influencias del sonido de Seattle de esa época. También algún tema que puede tomarse por un medio tiempo, de esas que rompen en el estribillo con una contundencia que hace de dicho contraste aun mas patente esa dualidad y que nos recuerda a ese recurso ya oido en los Pixies y algunos de sus herederos bastardos. Hay momentos para el ruido y distorsión del rock experimental…. Comenzamos.

Abre el disco Estratosfera que es musicalmente, junto con la que cierra el disco, la canción que más relación guarda con los dos discos anteriores. Las mismas guitarras desafiantes. Nuevos caminos que trazar. Comienzan sus referencias a entidades ambiguas que se sitúan en el límite con el espacio exterior. Que en cierta forma gobiernan el destino de nuestro mundo, o quizás unos seres superiores que simplemente ocupan su lugar de pleniobservadores…

Pero como esto va sobre contar mi interpretación de las canciones y dejando a un lado el temor a hacer el ridículo, diré que esta letra genera en mi cabeza imágenes de grandes torres, de imponentes rascacielos, desde los cuales poderosas corporaciones impersonales gobiernan el nuevo orden, con la aquiescencia del resto. Una maquinaria siniestramente perfecta que con anuncios luminosos pretenden calmarnos. Voy a ponerme otra.

Mi chófer sicodélico. Con un standard del rock n roll, del rock de los New York Dolls ,es una de las primeras canciones que podría clasificarse de amor, en el sentido clásico, sin que haya que justificarse por ello o buscar otra lectura, aunque claronuestra (mi) tendencia a buscar otras interpretaciones y cuanto más oscuras, mejor, también puede tratarse simplemente de la relación del protagonista de la letra con su camello (aunque a veces puede coincidir ambas entidades..) así que puede ser un mal viaje, pero viaje en cualquier caso.

El próximo lunes… Aunque creo personalmente que el peor día es el domingo y es mas dado a estas planificaciones. Casi siempre se encuentra algo a lo que aferrarse. Un horizonte lo suficientemente cercano para plantearse en serio empezar de cero o al menos empezar de verdad algo. Y a la vez con cierta distancia para que podamos rectificar a tiempo y no tener que sentirnos mal por no llevar a cabo ese nuevo giro. No hoy Lunes; No mañana Lunes. El próximo Lunes…

En la música pop es frecuente el apoyarse, a la hora desarrollar canciones, en el contexto de una semana. Normalmente para suscitar sensación de cotidianeidad, de rutina en bucle. Aquí la sucesión normal de los días de la semana es alterado, incluso recortado, como lo haría el montador de una película. Que cada uno decida su futuro:

Nunca más /decisiones, gestos/símbolos que marquen mi época

Lo que Grupos de expertos Solynieve llamarían “la próxima vez

El tempo del tema también, ayudan a crear una ambientación narcótica en su inicio. Casi se puede sentir el humo.

Visiones de Cody. Nos hacen saber que algo sigue bullendo en su interior, que aun quedan nuevas cosas por descubrir, nos harán partícipes de su evolución, sin ninguna pista clara por el momento de cual iba a ser el derrotero que iba a tomar su trayectoria artística. La larva sigue escarbando. Nuevas referencias al buque insignia de la generación beat, como lo fue la obra de Jack Kerouak, ya en el mismo título del tema, y que acentúa ese concepto del viaje un tanto desesperado, de la huida casi descontrolada, como mejor (?) forma de encontrarse a uno mismo.

Aunque igual de contundente, lo cierto es que las composiciones musicales se hacen mas fáciles o cercanas. Las guitarras pueden llevar a pasajes cercanos a los Jesus and Mary Chains, pero menos oscuros. Y sin la melancolía nihilista de los Smashing Pumpkies Una declaración de intenciones sobre esa huida o simplemente empezar a tomar las riendas.

Pero en Úsame se vuelve a acelerar el disco, con un ritmo cercano al mas puro hardcore perpetrado en Washington D.C siendo la letra una declaración de intenciones parecidas a las de “mi chofer..” en el sentido de dejarse llevar, de abandonar toda resistencia y ponerse en manos de… bueno en las estrofas se refiere a una persona concreta a quien entregarse, implorándole. Pero en el estribillo usa el plural, o quizás es la forma de tratamiento adecuada a la hora de dirigirse a la otra persona cuando le habla , mientras el resto de las ocasiones pueden ser los pensamientos internos que queman por dentro.

Soy la llama, tú la cámara,
y ahora fílmame.
La navaja, la garganta,
soy A y soy B.

Usadme, violadme,
destruidme, creadme después.
Usadme, violadme,
destruidme, dejadme caer,
Utilízame!

En cualquier caso una letra de alto voltaje y contenido sexual, aunque no tiene que ceñirse necesariamente a una relación sexual. Mátame camión.

No es casual que en el siguiente corte, El amor es la víctima sigue insistiendo en la idea de que es a quien canta quien tiene el control, y el título del tema bien puede referirse al sexo sin amor, y aunque en la primera estrofa habla de “enfermos de la simulación” y de cibernética, en esa fecha aun se estaba lejos del cibersexo. Pero quién sabe.

Mi radio hoy ha destrozado el día
sobre las ruinas del día anterior.
Sé que alguien mientras yo dormía
rompió los brazos del despertador.

Parece ser el despertar después de una larga noche de juerga y sexo, y previamente habla de La luz naranja en mi euforia/mantiene vivo mi insomnio interior. Que puede ser la imagen del mechero quemando plata al inicio del ritual.

En cualquier caso las imágenes que usan con sus múltiples sentidos y casi de manera irónica, se suceden en la canción. Juzguen ustedes, no se lo voy a contar todo. Personalmente me recuerdan al lenguaje que usa J.I. Lapido en los 091.

El título ya de por si es una gran ironía, pues lo normal es acudir al apelativo “victimas del amor”. No sé como a nadie no se le ocurrió antes este título (o igual si).

La curva de las cosas es una de mis canciones preferidas, escondida detrás de unas composiciones más carnales, que salían directas desde las tripas, donde se generan las pasiones concupiscentes (bonito circunloquio, ja). No es suficiente cerrar los ojos para ver con claridad, ni es necesario realizar viajes para descubrirse a uno mismo, y particularmente no necesito de ningún tipo de técnica de introspección para conocerme a mi mismo. En el supuesto que tenga algún interés en ello, me basta un espejo. Ahí lo veo todo.

Una imagen potente que asoma en la canción es la figura de una linea espiral para describir esa visión de uno mismo. Una línea curva que lejos de tener picos y simas, va creando círculos concéntricos, una escalera de caracol infinita o un tobogán por donde los pensamientos resbalan. A pesar de ser un proceso individual, en algún momento uno intenta aferrarse a algo y al ser consciente de esa caída te pido que me acompañes… ¿Lo harás?

Pero el bajón dura poco, o puede que siendo consciente de esa espiral en bajada sin freno aparente, se necesita de una reflexión sobre la misma: Conmigo crece el Caos, es la única salida. Cabalgando al galope que marca la batería de Eric, se remonta el vuelo, quemando todo aquello que se deja atrás: Ama y desea el caos. Una barbaridad que deja sin aliento, no apta para almas pusilánimes.

No se trata de salir de salir de ningún tipo de zona de confort, se trata de atropellar a quien diga semejantes pamplinas.

Hasta que llegas a decir Se mueve demasiado rápido para mí que es el siguiente corte, y aunque no puede decir que se pare, si que ralentiza la marcha, aunque sigue advirtiendo de la imposibilidad de descifrarse uno mismo del todo (Yo soy el hombre puzzle/ mi hermano siamés. Yo soy el hombre ciempiés/ me ayuda a creer) con un lenguaje que me recuerda al Fernando Alfaro de Surfin´Bichos o Chucho y con ropajes musicales de Hüsker Dü o Mudhoney, incluso en la forma de cantar. Una montaña rusa (no inerte precisamente) donde lo único prohibido es quedarse quieto, aunque ello traiga consigo el no saber muy bien que es exactamente uno o precisamente para eso. Al igual que en el anterior tema, esta vez una casi voz en off deja claro las posibles consecuencias de frecuentar su compañía:

Nunca estoy bien en mi piel /necesito hacerte daño./El equilibrio en mí no es/ necesariamente algo.
Mi atmósfera está/ saturando el sentimiento./ Me despierto enfermo por/celebrar algo así.

Si continuamos juntos este viaje por las letras de Lagartija Nick, veremos como esta declaración sufre una metamorfosis casi diez años después. Largo me lo fiais.

Antes del final llega SU. Un fondo eléctrico de ruido y distorsión, que parece en algún momento va a romper en unos Screamig Trees, pero que no lo hace, por el contrario sigue ese río de flujo de energía serpenteando, trazando una trayectoria donde se superpone la voz de Arias. Si somos capaces de abstraernos de ese muro eléctrico, se podría casi tener la sensación de tratarse de un tema a capela, a pesar del ritmo que puntualmente marca un fúnebre redoble de la batería. El efecto es demoledor:

Su voz, su luz, su rostro/ un universo roto,/ siempre será un astro.

Me es imposible dilucidar si se trata de una elegía o simplemente de una carta de amor. Muchas veces suele ser la misma cosa

Terminar con este corte podría dejar un extraño sabor de boca, una composición de este peso podría “adulterar” lo que ha sido el espíritu del disco. Así que para finalizar, una última visión: Doble imagen. Un tema mas cercano al contenido de sus discos anteriores. Tanto en la historia narrada, que ofrece un cuadro futurista de vehículos en túneles aerodinámicos y nubes en forma de hongo, como en el estilo, mas relacionado con el con el post-punk y que sirve para volver a retratar el universo exterior y sus efectos. It´s Evolution baby! Igual es demasiado tarde para volver atrás.

El viaje ha terminado. Puede desabrochar su cinturón de seguridad.

Os dejamos una pincelada:

https://www.youtube.com/watch?v=MqUNrf8_4uE

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